Entre todos los dioses del panteón griego, Hera se alza como la soberana indiscutible del Olimpo. Majestuosa, orgullosa y temida, fue mucho más que la esposa de Zeus: fue una fuerza en sí misma, protectora del matrimonio, símbolo de poder femenino y figura central del equilibrio cósmico.
Hera no se conformaba con ser consorte. Ella gobernaba.
¿Quién fue Hera?
Hija de Cronos y Rea, y hermana-esposa de Zeus, Hera era la diosa del matrimonio, la familia y la fertilidad. Aunque muchas veces es retratada como celosa o vengativa, esa visión oculta su verdadera dimensión: la de una mujer poderosa que defendía su posición con firmeza frente a los engaños, las infidelidades y las injusticias.
Era adorada en toda Grecia y especialmente en Argos, donde su culto era uno de los más antiguos y solemnes. Los templos dedicados a ella se alzaban con grandeza, y sus rituales invocaban fertilidad, protección y justicia.
Poder y dignidad femenina
Hera no era sumisa. No era dócil. Y no pedía permiso para reclamar lo que le pertenecía. Su figura encarna la dignidad, el orgullo y la autoridad femenina. Es el arquetipo de la mujer que sabe su lugar… y no permite que nadie lo cuestione.
Donde otras diosas eran pasión o guerra, Hera era estructura, compromiso y soberanía.
Hera inspira nuestros zuecos
En Calzados Gea, quisimos rendir homenaje a esta figura imponente con un diseño elegante, sobrio y con carácter. Unos zuecos negros que encarnan su energía: firme, clásica y eternamente sofisticada.
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Reina eterna, símbolo vivo
Hera representa el poder femenino que no necesita gritar para ser escuchado. Con estos zuecos, invitamos a cada mujer a caminar como ella: con la cabeza alta, los pasos firmes y el alma llena de fuerza divina.