Pocas figuras del panteón celta resplandecen con tanta fuerza como Brigid. Reverenciada como diosa del fuego, la poesía, la sanación y la fertilidad, su legado ha trascendido eras, convirtiéndose en símbolo de creación, sabiduría y empoderamiento.
Donde otros dioses representaban fuerzas salvajes e incontrolables, Brigid encarnaba el fuego creativo: el que transforma, el que da vida, el que inspira a través de la palabra y la acción.
¿Quién fue Brigid?
Originaria del antiguo mundo celta, Brigid era hija del dios Dagda y miembro de los Tuatha Dé Danann, el pueblo divino de Irlanda. Su figura era tan luminosa que no solo fue adorada como diosa, sino que también se sincretizó en la figura cristiana de Santa Brígida, preservando su culto a través de los siglos.
Se decía que Brigid inspiraba a los poetas con su llama, sanaba con sus manos y protegía los nacimientos y los comienzos. Era la diosa de la fragua, donde el metal se transforma; del hogar, donde el fuego arde constante; y del arte, donde las ideas toman forma.
Fuego que da vida, no destruye
A diferencia del fuego devastador de otras divinidades, el fuego de Brigid era el del renacimiento. El mismo que enciende la chispa de la creatividad, que reconforta en los días más oscuros y que acompaña a las mujeres en cada transformación de su vida.
Es también símbolo del ciclo eterno de muerte y vida, de los inviernos que anuncian primaveras, de las mujeres que renacen más fuertes después de cada caída.
Brigid inspira nuestros zuecos
En Calzados Gea, hemos querido rendir homenaje a esta poderosa deidad celta con un diseño que brilla con su misma intensidad. Unos zuecos que evocan su fuego interno, su espíritu femenino y su capacidad de transformar lo cotidiano en extraordinario.
- Zuecos Rosas Brigid 001 : Un estallido de color que recuerda el fuego ceremonial de Imbolc, la festividad consagrada a Brigid. Elegancia vibrante para caminar con poder y dulzura.
Una huella en la tierra, un fuego en el alma
Brigid no era solo una diosa. Era una guía, un símbolo de lo eterno femenino que arde dentro de cada mujer. En cada paso, en cada mirada, su fuego sigue vivo.
Y ahora, con nuestros zuecos inspirados en ella, ese fuego también se lleva en los pies.